miércoles, 8 de julio de 2020

Nuevas noticias sobre SARS-CoV-2


Considero importante comentar las nuevas investigaciones sobre el dichoso bicho coronavirus. Parece que el virus de marras se encontraba en Barcelona en marzo de 2019, concretamente en aguas residuales, según un estudio de la Universidad de Barcelona.



Al igual que en Francia analizaron muestras de sospechosos de diciembre de 2019, los investigadores de la UB han analizado muestras anteriores al brote, y en una de marzo han hallado restos de coronavirus. En cuanto a los análisis de la UB hay que ser cauteloso, pero han seguido los protocolos y ha dado positiva la muestra, se necesitan más análisis y en más ciudades para confirmar que el bicho estaba en esas fechas por el mundo, sin causar grandes brotes ni colapso de hospitales.

Esto lo que nos viene a decir, es que la narrativa de que la pandemia se inició en el mercado de Wuhan no se sostiene, y hay que empezar a desecharla.

Entonces, ¿por qué no han habido grandes brotes hasta marzo en Europa, diciembre en China?

Puede que el siguiente artículo sea la respuesta:
La vacuna antigripal puede haber ocasionado una interferencia inmunológica y ser la causante de la mayoría de los casos graves de SARS-CoV-2. Esto cuadra bastante con los casos de inflamación aguda que se han visto en pacientes, enfermos supuestamente de Covid-19, y podría ser una reacción adversa de tipo inmunológico. De ahí que los brotes han sido después de la vacunación, y se necesita investigar más para hallar la respuesta a toda esta locura. ¿Es el estado de miedo injustificado o no?

Como evidencia cabe destacar unas vacunas que se probaron en ratones del primer SARS-CoV, y que la vacuna produjo unos efectos inesperados, efectos inmunológicos donde los ratones vacunados enfermaron con mayor frecuencia y gravedad que los no vacunados. Curioso cuanto menos.

Según un estudio militar, los vacunados por la gripe tienen un riego 36% mayor de sufrir por el coronavirus.

No es cuestión de ser anti-vacunas, es que algunas vacunas han provocado resultados inesperados, como narcolepsia en la marca Pandemrix. Y también esterilidad, o parálisis, siendo siempre países pobres los conejillos de indias de estas vacunas.


Lo que sí está claro, es que sin autopsias no se sabe qué mata a la gente, si el virus, si la suma del virus y patologías previas, o si hay complicaciones durante la enfermedad… sin autopsias no sabemos cómo actúa el virus, cómo mata, y por tanto no sabemos como curar o tratar la enfermedad. Y se han hecho muy pocas, y se empezaron a hacer en mayo (marzo y abril sin autopsias, con 2 cojones). ¿Por qué no se han hecho autopsias? Quizá para tapar la verdadera causa de la muerte, que seguramente no ha sido el SARS-CoV-2. Para tapar la posibilidad de la relación con la vacuna de la gripe, ya que la gripe y el SARS son coronavirus, y la posibilidad de una interferencia inmunológica es muy grande.

Sin autopsias no hay ciencia médica, no hay ciencia forense, no se sabe de qué mueren.

Yo no me vacunaré porque la vacuna se está desarrollando demasiado rápido y sin garantias, y no lo digo yo sino que lo dice una viróloga de prestigio, la Dra. Ilaria Capua.

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